Muchas personas siguen prefiriendo los termómetros tradicionales, con un líquido en su interior que se expande con la temperatura para marcar la temperatura en una regla calibrada con marcas para determinar el valor. Estos termómetros no dependen de pilas o baterías, y estarán siempre disponibles. Además, para personas mayores son ideales, ya que no necesitan manejar tecnología para usarlos.
Descripción de estos modelos
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Chicco 9684000000
Otro termómetro de galinstan, con cuerpo de vidrio apto para medir la temperatura corporal de niños, adolescentes y adultos. 100% alergénico, higiénico y sin PVC ni níquel.
VedoEco Plus
Termómetro de galinstan fácil de usar y barato. Su precisión es buena y tiene una escala graduada con unos números bastante grandes para que lo puedas ver incluso si tienes dificultades visuales. Viene en una funda de protección para almacenarlo de forma segura cuando no se está usando.
Geratherm Classic
Otro termómetro de galinstán clásico con un cuerpo amplio para dejar más espacio a la escala y así tener unos números grandes. Eso es mejor que los de mercurio convencionales, que solían tener los números muy pequeños y difíciles para hacer lecturas desde los 35.5ºC a los 42ºC…
Cómo funciona un termómetro de galio
Los termómetros de galio funcionan de una forma simple. Todos los materiales se dilatan con el aumento de temperatura, pero algunos lo hacen más que otros. Este tipo de materiales líquidos reaccionan de forma muy evidente a la temperatura, y una pequeña cantidad del líquido almacenada en una ampolla se expandirá a través de un tubo de vidrio.
Una escala precisa y calibrada con los valores de temperatura hará el resto de trabajo. Simplemente bastará con mirar el valor de la escala al que hay llegado el material líquido y sabrás la temperatura que marca.
Si se enfrían, el elemento líquido se retrae y vuelve a la ampolla. Eso los hace ideales para termómetro permanentes de pared que midan la temperatura ambiental o para los termómetros sanitarios para tomar la temperatura basal.
Termómetro de galio y termómetro de mercurio
El mercurio es un metal líquido extremadamente tóxico. Se ha usado en los termómetros convencionales durante mucho tiempo, pero finalmente ha sido prohibido por su toxicidad. Por eso, se han tenido que buscar sustitutos menos peligrosos para los termómetro analógicos tradicionales.
La Unión Europea prohibió todo tipo de dispositivos con mercurio en 2009, y desde entonces los nuevos termómetros que usan galio han ido popularizándose. Estos termómetros siguen conservando las ventajas de los antiguos de mercurio, sin necesidad de baterías, fáciles de usar y siempre disponibles.
Como elemento principal usan el galio, aunque realmente son de galinstan, una aleación líquida de galio, indio y estaño. Eso los hace ecológicos y amigables con el medio ambiente. No son tóxicos como los de mercurio y si se rompen, tus joyas de oro estarán a salvo. Además, el vidrio que los protege suele ser más robusto que los de mercurio, por lo que no se rompen tan fácilmente.
Y si te preocupa la fiabilidad o sensibilidad, decir que su precisión es excelente, pudiéndose variar solo una décima, es decir, 0.1ºC arriba o abajo de la temperatura real.
Termómetro de galio o galinstan, ¿es lo mismo?
Sí, como he dicho en el anterior apartado es lo mismo. Los termómetros láser se denominan así pero realmente no usan tecnología láser, sino que usan IR (Infrarroja). Con los de galio pasa algo similar, ya que la mayoría de la gente los conoce como termómetros de galio, pero realmente no es solo galio, sino una aleación conocida como galinstan (galio, indio y estaño). Por ende, tanto si ves anunciado un termómetro de galio como de galinstan, se refieren al mismo tipo…
¿Son tóxicos los termómetros de galio?
No, no son tóxicos como los de mercurio. La aleación de galio, indio y estaño, o galinstan, es un líquido totalmente inocuo para el medio ambiente y no tóxico. Además, se presentan de forma higiénica dentro de un cristal para un uso mucho más seguro y permitir su desinfección para la reutilización.
Truco para bajar el termómetro de galio
Para bajar un termómetro de galio puedes sacudirlo de forma suave como hacías con los termómetros de mercurio. Eso hará que bajen la temperatura de forma rápida para poderlo usar.
Pero si quieres algún truco, no haga caso a algunos que hay pro la red, no son seguros. Lo que puedes hacer es bajarlo justo tras su uso, sacudiéndolo de forma constante y suave pero con la punta hacia abajo. De esa forma, se bajará fácilmente y cuando lo necesites de urgencia, ya estará bajado y no tendrás que hacerlo en ese momento.
Hacerlo de forma brusca no sirve de mucho, y es probable que se te termine resbalando de las mandos y con el termómetro roto.
Qué hacer si se ha roto un termómetro de galio
Nada particular, en este caso no ocurre como el mercurio, que podía destruir los objetos de oro con una amalgama, o ser extremadamente tóxico para humanos y mascotas.
Si se rompe, solo debes recoger los tozos rotos y limpiar la superficie manchada con un papel absorbente o algodón desechable mojado en alcohol. Luego tira los restos a la basura como harías con cualquier otro elemento… Como ves, no hay que tomar medidas particulares.
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